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sábado, 23 de junio de 2012


Eurocopa 2012 - A semifinales con la autoridad del campeón


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España ya está en semifinales tras tumbar con personalidad a Francia (2-0) con dos goles de Xabi Alonso. La Roja ganó con su idea de fútbol: cree en ella y la defiende. Con ella ha cambiado su historia y pese a que a veces muestra cansancio, no es tan brillante como antaño, pero sigue triunfando.
España ha crecido tanto que asume su papel de favorito incluso ante rivales a los que no ha ganado nunca en competición oficial. Su nivel de exigencia es tan alto que parece que el mundo espera goleadas en rondas en las que su país acababa en un mar de lágrimas. Carga con la obligación de ser excelso y lo hace con una solvencia, a ratos insultante. Acumula diez partidos sin perder en el torneo y su afición se ha acostumbrado a no sufrir. Casillas sólo hizo dos paradas. Y es que ha encajado sólo un gol en 780 minutos en los tres últimos partidos de grandes campeonatos.
De inicio, sorpresas. En España Del Bosque apostó por los de Italia. Centro del campo poblado con Cesc como última referencia ofensiva ante el revolucionario once de Blanc. Los tres de la bronca en el vestuario tras el partido con Suecia (Alou Diarra, Nasri y Ben Arfa) se quedaron sin jugar. España arrancó con menos dudas que ante Croacia, moviendo la bola más rápido y con llegadas. Rizzoli se comió un penalti soft de Clichy a Cesc antes de que Xabi Alonso, soberbio, intentase sorprender desde medio del campo a Lloris. Más fluidez y más dinámica ante un rival agazapado, que al igual que Croacia buscó estar cerca de todos excepto de Arbeloa, a quien le dejaban otra vez una autopista inutilizada.
Cansada pero superior
Por la otra banda Alba, en un momento soberbio, se zafó del doble tapón ideado por Blanc (Revelleire y Debuchy) para centrar al segundo palo y allí marcase de cabeza Xabi Alonso, que no pudo celebrar de mejor modo su centenario con La Roja. Francia se quedó medio groggy unos minutos pero España no aprovechó para cerrar el partido y Cabaye puso a prueba a Casillas. Eso y un córner mal blocado descentraron a España.
Francia cambió el dibujo, presionó más arriba y asusta. España la toca menos pero con peligro aunque cuando conectaban Silva e Iniesta estaba cerca del segundo. El único pero era que la segunda línea no llega. Un poco de cansancio se notaba. Aunque parecía que toda la colección de centrocampistas caminaban, todos habían pasado de 5,2 kilómetros en la primera parte. Con un punto más de verticalidad, alguien capaz de cambiar el ritmo el duelo parecía que podía quedar sentenciado.
El peligro de Francia sólo estaba en las piernas de Ribery y Benzema. Al regreso de la caseta, los galos empezaron a presionar la salida de balón de La Roja por el lado derecho. El duelo entró en una monotonía que no beneficiaba a los de un Del Bosque que no parecía por la labor de variar su equipo. Cesc casi aprovecha el único chispazo de Xavi, que puso un pase enorme a la espalda de la zaga pero Lloris repelió en el mano a mano.
Blanc se acordó a la media hora del final del castigado Nasri y Menez. Reaccionó España con Pedro por Silva y Torres por Cesc. Pasó España a jugar con un 4-2-3-1, con Iniesta por detrás de Torres. De un balón perdido por Busquets llegó la primera parada de Casillas, cuando Ribery aprovechó otro espacio no cerrado por Arbeloa para sacar un centro chut al primer palo. Menos el lateral, la zaga ofreció un nivel soberbio.
Espectacular Pedrito
El partido se le empezó a hacer largo a España, sujetada por su espectacular pareja de centrales, más cansada ante una Francia que tenía más la pelota por la presencia de sus jugadores más desequilibrantes: Benzema-Giroud en punta, Ribéry-Ménez en las bandas Cabaye-Nasri en la creación. Del Bosque acertó de nuevo con sus cambios ya que quitó a Iniesta por Cazorla, que conectó con el eléctrico Pedro.
El canario, que reclamó a gritos un puesto en el once con sólo 20 minutos en el campo, forzó un penalti que no falló un Alonso que fue la referencia de una España que enamora menos, que apostó más por usar la posesión para controlar el duelo pero se muestra más solvente que ninguna otra en el torneo. A una semana de la gran final, España vuelve a mostrarse como la más seria candidata al título.

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